Cuando queremos tomar una decisión a veces nos sentimos bloqueados porque no sabemos qué voz escuchar, si la de nuestra mente o la de nuestra intuición. En este artículo te explicaré cómo distinguir la intuición de la voz de tu mente.
Es sencillo, pero tienes que estar dispuest@ a observarte y a ser honest@ contigo.
Seguro que te ha pasado más de una vez que dices Sí cuando realmente quieres decir No. Empiezas a pensar que «deberías hacerlo porque «toca, por el qué dirán, porque se pueden enfadar…»
La primera voz que siente que no quiere hacer tal cosa es la voz de tu intuición, tu voz auténtica o tu guía interna. Sin embargo, la segunda voz que te hace sentir culpable diciéndote que deberías o tendrías que hacer tal cosa es la voz de la mente.
Entonces, cada vez que escuchas a tu voz mental en vez de a tu voz de la intuición, te sentirás mal contigo mismo sobre todo si lo haces repetidas veces.
Como he comentado al principio, simplemente se trata de que te observes y seas muy transparente contigo mismo. Escucha lo que quiere tu corazón, verás como puedes distinguir su voz de la voz que te hace sentir culpable. Ésta última voz, la mental, viene impuesta por las creencias familiares, la sociedad, es decir no es tuya, sino que viene del exterior.
Te animo a observarte para saber desde dónde tomas tus decisiones.
No tengas miedo a decir NO, aunque sea a tu familia, amigos o a quien sea. Puede que al principio te cueste, pero ya verás que notarás una gran liberación y una sensación de bienestar interior. Cada vez que escuchas a tu propia voz, te respetas y aumentas tu poder interior, de esta manera solo puede suceder lo mejor para ti. De esto se trata, ¿no crees?