Una vez que te has enfocado en tus metas y estás trabajando para conseguirlas el otro paso imprescindible es sin duda, el desapego como la clave del éxito.
A la mayoría de nosotros nos cuesta muchísimo no controlar cómo queremos exactamente que nos sucedan las cosas, en definitiva tenemos miedo de lo que pueda ocurrir y pensamos que controlando nuestros problemas podremos encontrar un solución más rápido. Nada más lejos de la realidad.